La losa de piedra caliza blanca de Portugal, con su apariencia blanca pura e impecable, se asemeja al pico de una montaña cubierta de nieve, emitiendo una atmósfera fresca y refinada que puede realzar instantáneamente el brillo y la apertura del espacio. La textura de su superficie es delicada y el tacto es tan cálido como el jade blanco, manteniendo el estilo minimalista del diseño moderno. Su base blanca parece aún más cristalina bajo la iluminación de la luz, aportando un raro toque de frescura y tranquilidad al espacio.