Las baldosas clásicas de piedra caliza caída presentan una opción atemporal y versátil para el diseño de interiores. Su color beige claro, salpicado de sutiles toques de rosa y marrón, crea una atmósfera acogedora y cálida que es a la vez clásica y contemporánea. Este acabado pulido da a los azulejos un aspecto rústico y desgastado, añadiendo carácter y encanto a cualquier espacio. La forma cuadrada y el tamaño uniforme facilitan la instalación en varios patrones, como conjunto recto, diagonal o en espiga, lo que permite infinitas posibilidades creativas.